UNA FINESTRA OBERTA AL MÓN

UNA FINESTRA OBERTA AL MÓN
(c) Gallel Abogados

domingo, 5 de noviembre de 2017

CINE Y DERECHO (XVI)

SANDO-ME NO SATSUJIN
(Dir.: Hirokazu Koreeda -2017-)


- Película comercializada como "EL TERCER ASESINATO", merece la pena verla en versión original en japonés, subtitulada en castellano, lo cual, es de agradecer.

- Cuando nos hablan de películas japonesas, siempre recordamos el estereotipo del cine japonés a través de películas épicas, como "KAGEMUSHA", del fantástico Akira KUROSAWA u otras desesperadas como "AI NO CORIDA", "la corrida del amor", distribuida comercialmente como "EL IMPERIO DE LOS SENTIDOS" de Nagisa OSHIMA.
- Esta vez, nos vamos al cine a ver una gran película-realista, contemporánea, que narra hechos acaecidos hace, apenas, un mes, en la que Hirokazu KOREEDA dirige una película basada en un guión propio, aderezada por una música minimalísta, casi "a la japonesa", algo parecido a lo que David BYRNE (occidental compone música china) hizo respecto de la banda sonora de "EL ÚLTIMO EMPERADOR" de Bernardo BERTOLUCI, cambiando los papeles musicales con Riuychi SAKAMOTO (oriental compone música occidental), compuesta esta vez, por Ludovico EINAUDI, encajando muy bien en todo el relato.
- La tristeza intrínseca del japonés, más propia de su carácter respetuoso ante el prójimo, de su responsabilidad llevada al límite, que de un estado depresivo, se hace patente a lo largo de toda la película; sólo hay un esbozo de sonrisa que realiza la secretaria del Despacho de Abogados que defiende al acusado de un asesinato, ante la ironía del padre del Abogado principal, SHIGEMORI; a dicha sonrisa, sólo le acompaña el estado reflexivo, pero no triste del propio acusado, MISUMI, y el de la hija de SHIGEMORI, la que controla el llanto cual farsa ante una situación conflictiva, momento que se convierte en el símbolo de la trama.
- La trama: el asesinato, clarísimo, en su comisión, desde la primera escena de la película, de un empresario, a manos de MISUMI, lleva a un Despacho de tres Abogados, a defenderle, cuando él mismo ha confesado la comisión de su crimen. Todo claro, nada que defender. Pues, no, SHIGEMORI representa el valor del Abogado peleón, inconformista, que, por todos los medios trata de encontrar recovecos legales para conseguir, no ya la absolución de su cliente, sino la reducción de la condena. 
- Se debate entre el móvil: ¿matar para robar? ¿venganza por haber sido despedido del trabajo? Este debate nos recuerda a MONTESQUIEU, cuando en "L'ESPRIT DES LOIS" aludía al porqué en Rusia había más asesinatos que robos, algo que, años más tarde, LENIN llamaría "la asiatización de Rusia"; MONTESQUIEU lo fundaba en el hecho de que en Rusia estaba más penado el robo que el asesinato, así, quien iba a robar, primero mataba y luego, una vez muerto, le robaba a la víctima, por lo que la pena por asesinato era menor y robar a un muerto, no era delito, el robo a un vivo era penado con más gravamen que el asesinato. Algo a lo que sucede en España con los "delitos de cuello blanco" y, pondremos el símil futbolístico para no entrar en disquisiciones políticas: el insulto al Árbitro de fútbol se sanciona con expulsión y no se sabe cuántos partidos sin jugar, mientras que, la entrada fuerte de un defensa a un delantero, rompiéndole a éste el menisco, la tibia y el peroné, tan solo conlleva una tarjeta amarilla, en el mejor de los casos, pues, según qué equipos, a veces, los Árbitros, hacen la vista gorda. Parábola.
- La película, nos enseña mucho a reflexionar, sobre el papel de los denominados "operadores jurídicos". Ya hemos hablado del Abogado. La FISCAL, prepotente, ante el tema claro, le espeta al Abogado que: "Abogados como usted hacen que el acusado no se enfrente a la acusación", altanería, cuyas consecuencias ya tratamos en "LA TOGA RASGADA".
- El JUEZ: Buen papel, objetivo, reprendiendo a la FISCAL y estimando las pruebas propuestas por el ABOGADO, pero centrándolas en el hecho del debate.
- El ACUSADO: Todo un filósofo: "Los jueces son los únicos que hacen lo que quieren con la vida de las personas acusadas", sin embargo, es quien marca el tempo de la trama, quien decide quién debe entrar en la cárcel, quién hace "justicia", porqué quiere estar él en la cárcel y evitar que otros no lo estén, a sabiendas de que, si él no lo hiciere así, fingiendo, falseando la realidad, otros, "inocentes" o, más que inocentes, víctimas, por aplicación de la Ley (dura Lex, sed Lex) irían a la cárcel y, su autoinmolación conlleva la salvación de la víctima no inocente ¿o, sí? 
- El ACUSADO engaña una y otra vez al ABOGADO, como también lo hace su hija, quien finge llorar coactivamente, ante un padre que no se ocupa de ella, mas que del ejercicio de su Profesión, si bien, es loable el tozudo ejercicio dialéctico e investigador de éste, quien consigue descifrar una y otra vez el enmascaramiento de la verdad ante cada pista, falsa o no que el ACUSADO, su cliente, le tiende, como pasa en la realidad cotidiana. El ACUSADO domina la trama y está donde quiere estar y, las demás piezas de su tablero de ajedrez son colocadas por el mismo en cualquier situación.
- ¿Quién puede juzgar a quién? Es la moraleja de la película. La última escena, mostrándonos al ABOGADO en el cruce de caminos, loable, recordándonos a ALICIA cuando pregunta al gato CHESHIRE qué camino debe tomar, respondiéndole éste, que depende de adonde quiera ir, a lo que ella le responde no saberlo, entonces, el astuto gato, le dice que da igual, pues, el que elija. Éste es el verdadero momento profesional del ABOGADO en la práctica diaria, la gran incógnita a resolver cada día ¿a donde quiera ir el cliente? ¿a donde quiera ir el Abogado? ¿a dónde ir? ¿cuál es la estrategia a seguir?
- Merece la pena verla. Muy bien dirigida y muy bien interpretada, sobre todo, la debemos loar por el hecho de huir del cine de Hollywood. Ninguna escena violenta (salvo el asesinato, obviamente, en la escena inicial, casi, en el prólogo de la película), ningún disparo, ningún agente de la Policía, ninguna sirena, todo personas normales y corrientes; todo, dentro de una impoluta escenografía y trama "a la japonesa". 

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